Surkuna mana allí
Quiero contarles una historia, la cual trata de mis últimos días en
esta vida. Mi nombre no importa y tampoco de donde vengo, sino solo la
maldición, persiguiéndome toda mi existencia en este mundo. Yo soy un criminal,
un hombre de lo oscuro, una bestia, la condenación de un ser humano y la
perdición en persona; mejor dicho yo soy un monstruo. No quiero que ustedes
piensen que eso es mi culpa, porque no fue mi decisión ser un monstruo sino la
decisión del "mana allí". Así nombré a la parte mala que existe
dentro de mí, transformándome en un monstruo. Él, "mana allí" lucha
con "allí", quien encarna lo bueno de mi alma, y por eso mi vida es
una sempiterna tortura. Un día alli me salvó, logró maniatar la oscura fuerza
de mana alli dentro de mí, desde este día he podido vivir en relativa paz. Y
ahora, ahora mana alli está presente nuevamente y mientras yo escribo esas
letras, el intenta hacerse cargo de mi cuerpo. Por consiguiente yo quiero
contarles mi historia rápidamente y antes de mi último respiro en esta vida.
Ustedes quieren saber, ¿Por qué les cuento todo esto? Yo lo hago porque hoy es
mi día final en este mundo, hoy es el día de mi última resistencia; ¡hoy es el
día de mi suicidio! Una semana antes yo vivía en paz en el Centro Histórico de Quito sin los problemas de la lucha permanente,
y es ahí donde quiero
empezar. Salgo
de mi casa y me despido de mi novia rápidamente y ella me dice — Te espero
temprano aquí porque tengo novedades para ti — ¿Qué significan esas palabras? —
yo pienso muy chirivisco mil cosas en mi cabeza. Así salgo, libre de
preocupaciones y me voy al trabajo; espero alegremente mi regreso a casa con mi
novia. Yo puedo gozar de este día hermoso porque ahora no hay nada malo en mi
vida. Entro a mi trabajo y en la recepción recibo un mensaje de la
recepcionista, siempre muy afectuosa; ella me dice — El jefe quiere hablar con
usted en el descanso, le deseo un buen día — y respondo con la misma alegría —
Gracias por avisarme, que tenga un día hermoso también — espero buenas noticias
de mi jefe , tal vez al fin él agradezca mis esfuerzos. El jefe está
esperándome y entro con mucho entusiasmo. — Señor — él dice con una cara rara,
—hay un problema que quiero tratar con usted— Cuál es el problema señor?—
pregunto, sintiendo un dolor en mi cabeza, y él responde sin cualquiera
conmiseración—Usted es el problema, y le quiero fuera de mi empresa —¿Qué?,
¿qué?, ¿por qué?, no lo...no lo entiendo—grito frotando mi sien por el dolor de
cabeza, pero el jefe sigue tranquilamente y con alegría de mal ajeno —Usted no
debe gritar señor, es mi última decisión y no tengo porque explicar nada, no me
gusta tenerlo más tiempo aquí y ¡basta! — Mi cabeza me duele gravemente y mi
jefe de súbito aparece en una luz oscura y sigo gritando —Pero, pero, por
favor...— No hay más de decir o ¿quiere salir con seguridad?—, dice el jefe en
la luz oscura y con una sonrisa de diablo—No, no, ya me voy— apaciguo, —pero
nosotros hablaremos— digo, mientras que tengo mi cabeza doliéndome mucho. Salgo
rápidamente de la oficina antes que el dolor empeore. Cuando paso por la
recepción, la recepcionista me pregunta muy preocupada —Señor, ¿qué pasó en la
oficina del jefe, y que tiene Usted?, ¿Cómo puedo ayudarle?— ¡Muriéndote con
mucha sangre, puta!— le grito a ella y me asusto por decir esas palabras y por
consiguiente salgo corriendo de la empresa. El día que era tan hermoso en la
mañana, se transfiguró en una noche muy oscura aunque sea apenas la una de la
tarde. Me voy a mi casa para no tener que ver este día, el cual parece el
infierno con esas caras diabólicas en el cielo. Después de la ida que me parece
ser más larga y más dura, llego y entro en mi casa, mi novia está esperándome —
¿Tan temprano llegas? — y notando que algo pasa conmigo, me pregunta —¿Qué te
pasó?— Es que, mija, como te explico, me botaron del trabajo sin razón y ahora
puede pasar algo y...—tranquilízate—dice mi novia—lo siento, sin embargo tengo
que contarte las novedades—es verdad, me olvidé de eso con todo lo que pasó;
pero de verdad estaba muy excitado toda la mañana— le digo a ella, un poco
aliviado y expectante —siento mucho— ella me responde llorando — tener que
contarte todo esto el día de hoy, y con tus expectaciones—ella sigue,
asustándome — pero no hay un futuro entre nosotros —¿Qué?, pero nuestra
relación es tan especial y.—¡eso
piensas tú!— ella me interrumpe—pero nunca has notado que a mí me ha faltado
tanto desde hace mucho, y yo...yo tengo a alguien—¡No me digas eso!—, grito con
un dolor gravísimo y súbito, todo el mundo parece oscuro y lleno de sangre, —
¿quién?, dime, ¿con quién?, ¡dime! — Asustada ella responde —¿Quieres saber la
verdad? porque yo creo que te dol...—responde o pasará algo— le grito a ella
sintiendo que algo conocido va creciendo en mi interior y asumiendo el control—Me
asustas, pero si quieres saber, te digo— ella sigue llorando —es tu jefe, pero
por favor no...— Cállate puta despreciable porque ahora es tu hora de morir y
no de hablar—interrumpo yo, pero esta vez regido por el mana alli —con mucho
gusto voy a terminar esta vida sin valor— ríe el mana alli —pero podemos
hablar, por favor no, por favor.—,
grita ella; pero el mana alli no siente compasión y solamente dice riéndose —el
único favor que te haré es matarte más rápido que a las víctimas de antes—quién
diablos eres tú, tú no eres...—quiere decir ella, pero no puede decir más
porque la luz de su vida se acaba. — No, no, ¡qué he hecho! — grita el alli con
mucho remordimiento — ¡mana alli, lárgate, lárgate! — No, yo estaba esperando
tanto tiempo hasta este día, y este día nos vengaremos de todos— ríe el mana
alli recuperado fuerzas —y esta noche empezaremos—. El mana alli sale por la
noche al centro
histórico y
respira el aire nocturno, —será una noche sangrienta— dice subiendo al carro
para ir a matar. — ¿A dónde te vas?— pregunta el alli —tú has causado demasiado
sufrimiento y yo me encargaré ahora—no lo creo— ríe el mana alli —porque hay
más personas que merecen sufrimiento, empezando por el jefe— dice él con mucho
entusiasmo. El mana alli llega a la casa de su jefe, va como un predador a su
puerta, toca el timbre y espera con gozo por lo que va a pasar, dice sonriendo
cuando el jefe abre la puerta—buenas noches, hijo de puta, es hora de la
venganza—espera un momento— dejándole decir al jefe—Que diablos haces aquí a
esta hora, llamaré la policía y...—, pero empieza con la masacre, sintiendo
bastante gozo. —El primer paso está hecho—, dice el mana alli con delectación
sádica, —pero toda la familia debe sufrir por lo que él ha hecho—¡No! —, se
defiende el alli, sollozando de lo que ha hecho con su cuerpo—¡es suficiente!,
¡no causes más perdición! — Déjame hacer lo necesario, ahora yo tengo el
control—, replica el mana alli y sigue...—La verdad es que tampoco importa mucho
constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones porque desde este día, el mana alli ha causado pena a muchas
personas, pero hoy es el primer día, en cual tengo el control por un instante,
y por eso quiero terminar con esa tortura definitivamente. Sepan por estas
letras que no era mi culpa, y acuérdense de mí como el alli; no como el mana
alli. Esas son mis últimas...—No lo creo, hay más que tenemos que hacer— de
súbito interrumpe el mana alli, — no seas maricón, sé un hombre fuerte
conmigo—no le escuches a él, porque él quiere causar más sufrimiento— grita el
alli luchando —tenemos la última oportunidad de matar este monstruo dentro de
nosotros —Entonces, si decidiésemos hacerlo; podríamos escarpar de esta
tortuosa maldición hacia un firmamento desconocido; en el que sin brazos y sin piernas mi cuerpo
parecerá un cohete y vosotros seréis las estrellas—Pero vas a terminar con toda tu vida
también, imagínate—, musita el mana alli, — ¿pero, que es mejor; seguir con
esta vida de un monstruo o tener paz para siempre?—, repone el alli —¿Qué, que?—
gritan ambos y así permanezco de pie, con mi cuchillo y no sé qué hacer, no sé.
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