miércoles, 26 de junio de 2013

Ganadores del concurso del cuento

Tercer lugar:   Valéria Maurer Amorim



Una  Aventura en la Isla Prometida



Don Quijote llega al final del día a Plaza Grande en frente del Palacio Real de Quito, entra en una venta en la parte de abajo del palacio que confunde con un castillo, el ventero impone cierto respecto y le ofrece comida y posada , todos confirman que él se encuentra en un castillo. Mientras está comiendo, llega su fiel escudero Sancho buscándolo.  Se sienta en su mesa y empiezan a  conversar y charlar, habla que encontró unos cabreros que le contaron buenas historias de una isla llamada Galápagos.
Don Quijote escuchó a Sancho contar de las Islas Galápagos, se quedó tan encantado que resuelve conocerlas. Se despiertan temprano y con todas sus pertenencias parten  rumbo a las Islas Galápagos en busca de aventuras sin contárselo a nadie.
Después  de un largo viajen llegan a su destino y encantados con la paisaje hermosa y el color y la claridad de las aguas, empiezan a buscar un abrigo para descansar. Sancho sueña con su prometido gobierno.   
Al amanecer Don Quijote y Sancho se vuelven locos al saber que las Galápagos son un crisol de las especies marinas y que la su formación volcánica y la actividad sísmica reflejan los procesos de formación de las islas lo que, además del aislamiento extremo de las mismas, ha permitido el desarrollo de una vida animal inusual, como la de la Iguana de Tierra, las Tortugas Gigantes y los diversos tipos de pájaros pinzón. Con todas estas informaciones Don Quijote mira Sancho y lo habla: “La verdad es que tampoco importa mucho constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones”. ¡Viva la aventura! 
Siguen con la exploración hasta llegar a una bahía  muy larga cuando Don Quijote ve dos colonias de lobos marinos, fragatas y piqueros de patas azules, los confunde con dos ejércitos y por más que Sancho le advierte el caballero se pone de parte de uno de los ejércitos y arremete contra el otro. Entretanto llegan los pescadores y apelan a don Quijote por defender los animales.
Don Quijote acaba muy malparado y Sancho lo ayuda a volver a hospedería donde recebe los primeros auxilios por la mujer del dono, que no tarda mucho comprobar la locura del caballero.
Pasados algunos días ellos parten nuevamente para más una aventura, esta vez para libertar todos los prisioneros de la Colonia Penal en la Isla. Descubren que los prisioneros son obligados a construir un muro con bloques de lava volcánica que es llamado  “El muro de las lágrimas”, la gran pared se derrumba repetidamente y obligaban a los presos a volver a levantar para pasar el tiempo. Decían: “Un lugar donde los debéis mueren y los fuertes lloran”.
Al llegar cerca del muro Don Quijote lo confunde con un gigante, su escudero Sancho le avisa que no es un gigante y si un muro. Mismo así  empieza su batalla contra el muro. Más una vez Don Quijote sale muy malparado.
Continúan la marcha por las playas de la Isla Isabela y encontrón una tortuga gigante y  se quedan a observarla por su tamaño, diseño y casco, apellidan de “El solitario George”.  
Con desgaste físico de los dos, vuelven a la hostelería para descansar, curar las heridas y desfrutar de una buena comida.
 Por la noche Don Quijote se pone a observar el cielo  y Sancho empieza a llorar  y recuerda que su gobierno en las Islas Galápagos es una burla. Don Quijote impone silencio a Sancho para hablar: “Sin brazos y sin piernas mi cuerpo parecerá un cohete y vosotros seréis las estrellas”.  Convence a Sancho que la aventura continua y que mañana vuelven a buscarla en un nuevo Continente.

Ganadores del concurso del cuento

Segundo Lugar: Jason Jóst

Surkuna  mana  allí
 
Quiero contarles una historia, la cual trata de mis últimos días en esta vida. Mi nombre no importa y tampoco de donde vengo, sino solo la maldición, persiguiéndome toda mi existencia en este mundo. Yo soy un criminal, un hombre de lo oscuro, una bestia, la condenación de un ser humano y la perdición en persona; mejor dicho yo soy un monstruo. No quiero que ustedes piensen que eso es mi culpa, porque no fue mi decisión ser un monstruo sino la decisión del "mana allí". Así nombré a la parte mala que existe dentro de mí, transformándome en un monstruo. Él, "mana allí" lucha con "allí", quien encarna lo bueno de mi alma, y por eso mi vida es una sempiterna tortura. Un día alli me salvó, logró maniatar la oscura fuerza de mana alli dentro de mí, desde este día he podido vivir en relativa paz. Y ahora, ahora mana alli está presente nuevamente y mientras yo escribo esas letras, el intenta hacerse cargo de mi cuerpo. Por consiguiente yo quiero contarles mi historia rápidamente y antes de mi último respiro en esta vida. Ustedes quieren saber, ¿Por qué les cuento todo esto? Yo lo hago porque hoy es mi día final en este mundo, hoy es el día de mi última resistencia; ¡hoy es el día de mi suicidio! Una semana antes yo vivía en paz en el Centro Histórico de Quito sin los problemas de la lucha permanente, y es ahí donde quiero empezar. Salgo de mi casa y me despido de mi novia rápidamente y ella me dice — Te espero temprano aquí porque tengo novedades para ti — ¿Qué significan esas palabras? — yo pienso muy chirivisco mil cosas en mi cabeza. Así salgo, libre de preocupaciones y me voy al trabajo; espero alegremente mi regreso a casa con mi novia. Yo puedo gozar de este día hermoso porque ahora no hay nada malo en mi vida. Entro a mi trabajo y en la recepción recibo un mensaje de la recepcionista, siempre muy afectuosa; ella me dice — El jefe quiere hablar con usted en el descanso, le deseo un buen día — y respondo con la misma alegría — Gracias por avisarme, que tenga un día hermoso también — espero buenas noticias de mi jefe , tal vez al fin él agradezca mis esfuerzos. El jefe está esperándome y entro con mucho entusiasmo. — Señor — él dice con una cara rara, —hay un problema que quiero tratar con usted— Cuál es el problema señor?— pregunto, sintiendo un dolor en mi cabeza, y él responde sin cualquiera conmiseración—Usted es el problema, y le quiero fuera de mi empresa —¿Qué?, ¿qué?, ¿por qué?, no lo...no lo entiendo—grito frotando mi sien por el dolor de cabeza, pero el jefe sigue tranquilamente y con alegría de mal ajeno —Usted no debe gritar señor, es mi última decisión y no tengo porque explicar nada, no me gusta tenerlo más tiempo aquí y ¡basta! — Mi cabeza me duele gravemente y mi jefe de súbito aparece en una luz oscura y sigo gritando —Pero, pero, por favor...— No hay más de decir o ¿quiere salir con seguridad?—, dice el jefe en la luz oscura y con una sonrisa de diablo—No, no, ya me voy— apaciguo, —pero nosotros hablaremos— digo, mientras que tengo mi cabeza doliéndome mucho. Salgo rápidamente de la oficina antes que el dolor empeore. Cuando paso por la recepción, la recepcionista me pregunta muy preocupada —Señor, ¿qué pasó en la oficina del jefe, y que tiene Usted?, ¿Cómo puedo ayudarle?— ¡Muriéndote con mucha sangre, puta!— le grito a ella y me asusto por decir esas palabras y por consiguiente salgo corriendo de la empresa. El día que era tan hermoso en la mañana, se transfiguró en una noche muy oscura aunque sea apenas la una de la tarde. Me voy a mi casa para no tener que ver este día, el cual parece el infierno con esas caras diabólicas en el cielo. Después de la ida que me parece ser más larga y más dura, llego y entro en mi casa, mi novia está esperándome — ¿Tan temprano llegas? — y notando que algo pasa conmigo, me pregunta —¿Qué te pasó?— Es que, mija, como te explico, me botaron del trabajo sin razón y ahora puede pasar algo y...—tranquilízate—dice mi novia—lo siento, sin embargo tengo que contarte las novedades—es verdad, me olvidé de eso con todo lo que pasó; pero de verdad estaba muy excitado toda la mañana— le digo a ella, un poco aliviado y expectante —siento mucho— ella me responde llorando — tener que contarte todo esto el día de hoy, y con tus expectaciones—ella sigue, asustándome — pero no hay un futuro entre nosotros —¿Qué?, pero nuestra relación es tan especial y.—¡eso piensas tú!— ella me interrumpe—pero nunca has notado que a mí me ha faltado tanto desde hace mucho, y yo...yo tengo a alguien—¡No me digas eso!—, grito con un dolor gravísimo y súbito, todo el mundo parece oscuro y lleno de sangre, — ¿quién?, dime, ¿con quién?, ¡dime! — Asustada ella responde —¿Quieres saber la verdad? porque yo creo que te dol...—responde o pasará algo— le grito a ella sintiendo que algo conocido va creciendo en mi interior y asumiendo el control—Me asustas, pero si quieres saber, te digo— ella sigue llorando —es tu jefe, pero por favor no...— Cállate puta despreciable porque ahora es tu hora de morir y no de hablar—interrumpo yo, pero esta vez regido por el mana alli —con mucho gusto voy a terminar esta vida sin valor— ríe el mana alli —pero podemos hablar, por favor no, por favor.—, grita ella; pero el mana alli no siente compasión y solamente dice riéndose —el único favor que te haré es matarte más rápido que a las víctimas de antes—quién diablos eres tú, tú no eres...—quiere decir ella, pero no puede decir más porque la luz de su vida se acaba. — No, no, ¡qué he hecho! — grita el alli con mucho remordimiento — ¡mana alli, lárgate, lárgate! — No, yo estaba esperando tanto tiempo hasta este día, y este día nos vengaremos de todos— ríe el mana alli recuperado fuerzas —y esta noche empezaremos—. El mana alli sale por la noche al centro histórico y respira el aire nocturno, —será una noche sangrienta— dice subiendo al carro para ir a matar. — ¿A dónde te vas?— pregunta el alli —tú has causado demasiado sufrimiento y yo me encargaré ahora—no lo creo— ríe el mana alli —porque hay más personas que merecen sufrimiento, empezando por el jefe— dice él con mucho entusiasmo. El mana alli llega a la casa de su jefe, va como un predador a su puerta, toca el timbre y espera con gozo por lo que va a pasar, dice sonriendo cuando el jefe abre la puerta—buenas noches, hijo de puta, es hora de la venganza—espera un momento— dejándole decir al jefe—Que diablos haces aquí a esta hora, llamaré la policía y...—, pero empieza con la masacre, sintiendo bastante gozo. —El primer paso está hecho—, dice el mana alli con delectación sádica, —pero toda la familia debe sufrir por lo que él ha hecho—¡No! —, se defiende el alli, sollozando de lo que ha hecho con su cuerpo—¡es suficiente!, ¡no causes más perdición! — Déjame hacer lo necesario, ahora yo tengo el control—, replica el mana alli y sigue...—La verdad es que tampoco importa mucho constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones porque desde este día, el mana alli ha causado pena a muchas personas, pero hoy es el primer día, en cual tengo el control por un instante, y por eso quiero terminar con esa tortura definitivamente. Sepan por estas letras que no era mi culpa, y acuérdense de mí como el alli; no como el mana alli. Esas son mis últimas...—No lo creo, hay más que tenemos que hacer— de súbito interrumpe el mana alli, — no seas maricón, sé un hombre fuerte conmigo—no le escuches a él, porque él quiere causar más sufrimiento— grita el alli luchando —tenemos la última oportunidad de matar este monstruo dentro de nosotros —Entonces, si decidiésemos hacerlo; podríamos escarpar de esta tortuosa maldición hacia un firmamento desconocido; en el que sin brazos y sin piernas mi cuerpo parecerá un cohete y vosotros seréis las estrellas—Pero vas a terminar con toda tu vida también, imagínate—, musita el mana alli, — ¿pero, que es mejor; seguir con esta vida de un monstruo o tener paz para siempre?—, repone el alli —¿Qué, que?— gritan ambos y así permanezco de pie, con mi cuchillo y no sé qué hacer, no sé.
 
 

Ganadores del concurso del cuento

Primer lugar:  Regina Melo

EL PAYASO, LA LINTERNA Y EL VOLCÁN

Vago Viloro nació en Pernambuco, Brasil, cuando era niño sabía las historias de Don Quijote por las caricaturas, que siempre traían una parodia. Vago Viloro se divertía demasiado, estaba encantado! Desde entonces, siempre soñaba con viajar con Don Quijote, en verdad es que tampoco importa mucho constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones. Lo que importa en realidad es contarles el gran sueño de Vago Viloro: conocer y andar por las catedrales de Quito!

Viloro antes de ser payaso, era un científico y actor. En la vida del actor conoció y se enamoró de la poesía dramática de Angélica Liddell. Dicen que desde hace algún tiempo que él, así como la poeta  creyó que el mundo es "colorido por fuera y podrido  por dentro" y necesitaba con urgencia un nuevo mundo, o tal vez, un conocido caballero errante, que quisiera hacer realidad un mundo de ensueño donde la justicia, la paz y el amor fueran la fantasía de que moviera a todo en absoluto.

Algunos dicen que él siempre prefería caminar en la dirección opuesta: la calle, la moda, las costumbres, la historia. Le gustaba vestirse de rosa y blanco y una flor en la solapa, y siempre con una linterna en la mano, ya que uno nunca sabe cuándo va a encontrar a una persona oscura. Para él, la linterna era su espada. La “espada linterna” nunca era utilizada en contra de nada, sino a favor de: la honestidad, la alegría, la autenticidad, la creatividad, y sobre todo de la irreverencia. Le gustaba decir que la linterna era para ver el mundo en vivo y a color, era mágica, porque a partir de sus luces era posible tener otra mirada del mundo. “Libertad, libertad, lanza sus pétalos, rayos y cenizas sobre nosotros!” Esa era su insignia.

Misterios de la vida, el azar, la suerte o lo que sea, una amiga de “Vago Viloro” fue a vivir en Quito. Ella estaba encantada con los payasos y de niña soñaba con un payaso que le enseñara a escupir fuego a los pies de un volcán,  que para ella era lo más extravagante, desafiante e irreverente del mundo. Los dos trabajaron juntos por algún tiempo atrás, e hicieron una promesa casi bíblica: “antes de que el mundo se termine, seremos libres”.

Pasó el tiempo, y un día Vago Viloro fue a visitar a su amiga. Fue a realizar su sueño: finalmente conoció Quito. En la escuela le dijeron que el Centro Histórico de Quito había invaluables iglesias, capillas, monasterios conventos coloniales, plazas, museos, construcciones republicanas y una interesante arquitectura de inicios del Siglo XX. Al llegar a Quito, Viloro le pidió a su amiga que lo llevara a la Iglesia de San Francisco. Seguramente  creía que iba a encontrar a Cantuña y cuando ló encontrara encenderìa su linterna para que nunca más necesitara hacer un pacto con el diablo.

 Según la leyenda dice que “en tiempos de la Colonia, un indio llamado Cantuña se comprometió a construir el atrio de la iglesia de San Francisco. Una noche, antes del plazo estipulado, Cantuña desesperado pactó con el diablo para que culminase la obra antes del amanecer. Como pago le daría su alma. Miles de diablillos trabajaron sin descanso, pero no alcanzaron a colocar la última piedra. Así se salvó el alma de Cantuña.”1

Firme en su propósito llegó con su linterna en la mano, “Vago Viloro” entró en la Iglesia de San Francisco buscándolo,  llamándolo y gritándole. Se sentía como un caballero andante que luchaba contra los gigantes y dragones, hasta que se dio cuenta de que el pobre diablo fue víctima del astuto de Cantuña.  Cuando apareció el iluso diablito le dijo: Señor Vago Viloro, no soy malo como usted piensa. En realidad, yo envidiaba a Cantuña por tener el pelo ondulado, ya que fue elegido por el santo y lo llevó a conocer todas las cosas del mundo y siempre pensaba “en el caso de que me hubieran llevado a mí, yo tendría el pelo ondulado”.

El payaso andante al no encontrar ninguna evidencia, ningún rastro de gigantes y dragones decidió buscar a su amiga y llevarla para realizar el sueño de ella y partieron los dos para el punto más alto de la Cordillera de los Andes: el volcán Chimborazo.

Vago Viloro le dijo a su amiga que Chimborazo es la montaña más alta del mundo, más cerca del cielo o del sol. Se fueron armados con la linterna, el alcóhol, el fósforo, bicicletas  en lugar de caballos.

Subieron, exploraron las faldas del volcán, comieron hielo, rieron y escupieron fuego. Inocente como un juego de niños, corriendo, uno con la linterna y el otro escupiendo fuego TOWANDA*! Subieron a lo más alto de la cumbre, porque creyeron que la linterna y el fuego escupido  derretirían el hielo y no sentirían frío.

Se acostaron cansados. Sentían que el frio intenso les hacía perder el  movimiento de las  piernas, de los brazos, ya no podían moverse. El payaso encendió su linterna iluminando el cielo y habló con su amiga “sin brazos y sin piernas mi cuerpo parecerá un cohete y vosotros seréis las estrelas”. Nada más irreverente para ellos que ese momento. Se sintieron libres y felices. La esencia sagrada de cada uno estaba allí, presente, viva, se dieron las manos y se hundieron en sí mismos, en el infinito, en el cielo, en  el fuego, en la luz, en la vida, en el cosmos!

Al payaso desafiante le habría encantado subir a la Torre Eiffel, dar un beso a la Monalisa, jugar con el soldadito de plomo, subir a la pirámide del Louvre, montar a los caballos de la Reina, bañarse en el lago, orinar en los árboles del Voldenparkem Amsterdam y a Cantuña ayudarlo a deshacerse del diablo... pero se encontró en la cabeza del hielo, el volcán Chimborazo, señor de los señores.

1. Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/quito/leyenda-Cantuna-cuenta_0_559744172.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com

*Towanda era el grito de guerra de la actriz Cathy Bates en la película "Tomates verdes fritos". En la película gritar "towanda" era su forma de enfrentar la adversidad y seguir adelante, devolviendo cada golpe de la vida.
 
 

martes, 25 de junio de 2013

El Día del Español

 
Una jornada muy enriquecedora aprendiendo más sobre
 las didácticas del español como lengua extranjera y nuestra lengua