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jueves, 24 de octubre de 2013
lunes, 9 de septiembre de 2013
miércoles, 3 de julio de 2013
miércoles, 26 de junio de 2013
Ganadores del concurso del cuento
Tercer lugar: Valéria
Maurer Amorim
Una Aventura en la Isla Prometida
Don
Quijote llega al final del día a Plaza Grande en frente del Palacio Real de
Quito, entra en una venta en la parte de abajo del palacio que confunde con un
castillo, el ventero impone cierto respecto y le ofrece comida y posada , todos
confirman que él se encuentra en un castillo. Mientras está comiendo, llega su
fiel escudero Sancho buscándolo. Se sienta
en su mesa y empiezan a conversar y charlar,
habla que encontró unos cabreros que le contaron buenas historias de una isla
llamada Galápagos.
Don
Quijote escuchó a Sancho contar de las Islas
Galápagos, se quedó tan encantado que resuelve conocerlas. Se despiertan
temprano y con todas sus pertenencias parten
rumbo a las Islas Galápagos en busca de aventuras sin contárselo a
nadie.
Después de un largo viajen llegan a su destino y
encantados con la paisaje hermosa y el color y la claridad de las aguas,
empiezan a buscar un abrigo para descansar. Sancho sueña con su prometido
gobierno.
Al
amanecer Don Quijote y Sancho se vuelven locos al saber que las Galápagos son
un crisol de las especies marinas y que la su formación volcánica y la
actividad sísmica reflejan los procesos de formación de las islas lo que,
además del aislamiento extremo de las mismas, ha permitido el desarrollo de una
vida animal inusual, como la de la Iguana de Tierra, las Tortugas Gigantes y
los diversos tipos de pájaros pinzón. Con todas estas informaciones Don Quijote
mira Sancho y lo habla: “La verdad es
que tampoco importa mucho constatar ahora la exactitud de todas esas
evocaciones”. ¡Viva la aventura!
Siguen
con la exploración hasta llegar a una bahía
muy larga cuando Don Quijote ve dos colonias de lobos marinos, fragatas
y piqueros de patas azules, los confunde con dos ejércitos y por más que Sancho
le advierte el caballero se pone de parte de uno de los ejércitos y arremete
contra el otro. Entretanto llegan los pescadores y apelan a don Quijote por
defender los animales.
Don
Quijote acaba muy malparado y Sancho lo ayuda a volver a hospedería donde
recebe los primeros auxilios por la mujer del dono, que no tarda mucho
comprobar la locura del caballero.
Pasados
algunos días ellos parten nuevamente para más una aventura, esta vez para
libertar todos los prisioneros de la Colonia Penal en la Isla. Descubren que
los prisioneros son obligados a construir un muro con bloques de lava volcánica
que es llamado “El muro de las
lágrimas”, la gran pared se derrumba repetidamente y obligaban a los presos a
volver a levantar para pasar el tiempo. Decían: “Un lugar donde los debéis
mueren y los fuertes lloran”.
Al
llegar cerca del muro Don Quijote lo confunde con un gigante, su escudero
Sancho le avisa que no es un gigante y si un muro. Mismo así empieza su batalla contra el muro. Más una vez
Don Quijote sale muy malparado.
Continúan
la marcha por las playas de la Isla Isabela y encontrón una tortuga gigante
y se quedan a observarla por su tamaño,
diseño y casco, apellidan de “El solitario George”.
Con
desgaste físico de los dos, vuelven a la hostelería para descansar, curar las
heridas y desfrutar de una buena comida.
Por la noche Don Quijote se pone a observar el
cielo y Sancho empieza a llorar y recuerda que su gobierno en las Islas
Galápagos es una burla. Don Quijote impone silencio a Sancho para hablar: “Sin brazos y sin piernas mi cuerpo
parecerá un cohete y vosotros seréis las estrellas”. Convence a Sancho que la aventura
continua y que mañana vuelven a buscarla en un nuevo Continente.
Ganadores del concurso del cuento
Segundo Lugar: Jason Jóst
Surkuna mana allí
Quiero contarles una historia, la cual trata de mis últimos días en
esta vida. Mi nombre no importa y tampoco de donde vengo, sino solo la
maldición, persiguiéndome toda mi existencia en este mundo. Yo soy un criminal,
un hombre de lo oscuro, una bestia, la condenación de un ser humano y la
perdición en persona; mejor dicho yo soy un monstruo. No quiero que ustedes
piensen que eso es mi culpa, porque no fue mi decisión ser un monstruo sino la
decisión del "mana allí". Así nombré a la parte mala que existe
dentro de mí, transformándome en un monstruo. Él, "mana allí" lucha
con "allí", quien encarna lo bueno de mi alma, y por eso mi vida es
una sempiterna tortura. Un día alli me salvó, logró maniatar la oscura fuerza
de mana alli dentro de mí, desde este día he podido vivir en relativa paz. Y
ahora, ahora mana alli está presente nuevamente y mientras yo escribo esas
letras, el intenta hacerse cargo de mi cuerpo. Por consiguiente yo quiero
contarles mi historia rápidamente y antes de mi último respiro en esta vida.
Ustedes quieren saber, ¿Por qué les cuento todo esto? Yo lo hago porque hoy es
mi día final en este mundo, hoy es el día de mi última resistencia; ¡hoy es el
día de mi suicidio! Una semana antes yo vivía en paz en el Centro Histórico de Quito sin los problemas de la lucha permanente,
y es ahí donde quiero
empezar. Salgo
de mi casa y me despido de mi novia rápidamente y ella me dice — Te espero
temprano aquí porque tengo novedades para ti — ¿Qué significan esas palabras? —
yo pienso muy chirivisco mil cosas en mi cabeza. Así salgo, libre de
preocupaciones y me voy al trabajo; espero alegremente mi regreso a casa con mi
novia. Yo puedo gozar de este día hermoso porque ahora no hay nada malo en mi
vida. Entro a mi trabajo y en la recepción recibo un mensaje de la
recepcionista, siempre muy afectuosa; ella me dice — El jefe quiere hablar con
usted en el descanso, le deseo un buen día — y respondo con la misma alegría —
Gracias por avisarme, que tenga un día hermoso también — espero buenas noticias
de mi jefe , tal vez al fin él agradezca mis esfuerzos. El jefe está
esperándome y entro con mucho entusiasmo. — Señor — él dice con una cara rara,
—hay un problema que quiero tratar con usted— Cuál es el problema señor?—
pregunto, sintiendo un dolor en mi cabeza, y él responde sin cualquiera
conmiseración—Usted es el problema, y le quiero fuera de mi empresa —¿Qué?,
¿qué?, ¿por qué?, no lo...no lo entiendo—grito frotando mi sien por el dolor de
cabeza, pero el jefe sigue tranquilamente y con alegría de mal ajeno —Usted no
debe gritar señor, es mi última decisión y no tengo porque explicar nada, no me
gusta tenerlo más tiempo aquí y ¡basta! — Mi cabeza me duele gravemente y mi
jefe de súbito aparece en una luz oscura y sigo gritando —Pero, pero, por
favor...— No hay más de decir o ¿quiere salir con seguridad?—, dice el jefe en
la luz oscura y con una sonrisa de diablo—No, no, ya me voy— apaciguo, —pero
nosotros hablaremos— digo, mientras que tengo mi cabeza doliéndome mucho. Salgo
rápidamente de la oficina antes que el dolor empeore. Cuando paso por la
recepción, la recepcionista me pregunta muy preocupada —Señor, ¿qué pasó en la
oficina del jefe, y que tiene Usted?, ¿Cómo puedo ayudarle?— ¡Muriéndote con
mucha sangre, puta!— le grito a ella y me asusto por decir esas palabras y por
consiguiente salgo corriendo de la empresa. El día que era tan hermoso en la
mañana, se transfiguró en una noche muy oscura aunque sea apenas la una de la
tarde. Me voy a mi casa para no tener que ver este día, el cual parece el
infierno con esas caras diabólicas en el cielo. Después de la ida que me parece
ser más larga y más dura, llego y entro en mi casa, mi novia está esperándome —
¿Tan temprano llegas? — y notando que algo pasa conmigo, me pregunta —¿Qué te
pasó?— Es que, mija, como te explico, me botaron del trabajo sin razón y ahora
puede pasar algo y...—tranquilízate—dice mi novia—lo siento, sin embargo tengo
que contarte las novedades—es verdad, me olvidé de eso con todo lo que pasó;
pero de verdad estaba muy excitado toda la mañana— le digo a ella, un poco
aliviado y expectante —siento mucho— ella me responde llorando — tener que
contarte todo esto el día de hoy, y con tus expectaciones—ella sigue,
asustándome — pero no hay un futuro entre nosotros —¿Qué?, pero nuestra
relación es tan especial y.—¡eso
piensas tú!— ella me interrumpe—pero nunca has notado que a mí me ha faltado
tanto desde hace mucho, y yo...yo tengo a alguien—¡No me digas eso!—, grito con
un dolor gravísimo y súbito, todo el mundo parece oscuro y lleno de sangre, —
¿quién?, dime, ¿con quién?, ¡dime! — Asustada ella responde —¿Quieres saber la
verdad? porque yo creo que te dol...—responde o pasará algo— le grito a ella
sintiendo que algo conocido va creciendo en mi interior y asumiendo el control—Me
asustas, pero si quieres saber, te digo— ella sigue llorando —es tu jefe, pero
por favor no...— Cállate puta despreciable porque ahora es tu hora de morir y
no de hablar—interrumpo yo, pero esta vez regido por el mana alli —con mucho
gusto voy a terminar esta vida sin valor— ríe el mana alli —pero podemos
hablar, por favor no, por favor.—,
grita ella; pero el mana alli no siente compasión y solamente dice riéndose —el
único favor que te haré es matarte más rápido que a las víctimas de antes—quién
diablos eres tú, tú no eres...—quiere decir ella, pero no puede decir más
porque la luz de su vida se acaba. — No, no, ¡qué he hecho! — grita el alli con
mucho remordimiento — ¡mana alli, lárgate, lárgate! — No, yo estaba esperando
tanto tiempo hasta este día, y este día nos vengaremos de todos— ríe el mana
alli recuperado fuerzas —y esta noche empezaremos—. El mana alli sale por la
noche al centro
histórico y
respira el aire nocturno, —será una noche sangrienta— dice subiendo al carro
para ir a matar. — ¿A dónde te vas?— pregunta el alli —tú has causado demasiado
sufrimiento y yo me encargaré ahora—no lo creo— ríe el mana alli —porque hay
más personas que merecen sufrimiento, empezando por el jefe— dice él con mucho
entusiasmo. El mana alli llega a la casa de su jefe, va como un predador a su
puerta, toca el timbre y espera con gozo por lo que va a pasar, dice sonriendo
cuando el jefe abre la puerta—buenas noches, hijo de puta, es hora de la
venganza—espera un momento— dejándole decir al jefe—Que diablos haces aquí a
esta hora, llamaré la policía y...—, pero empieza con la masacre, sintiendo
bastante gozo. —El primer paso está hecho—, dice el mana alli con delectación
sádica, —pero toda la familia debe sufrir por lo que él ha hecho—¡No! —, se
defiende el alli, sollozando de lo que ha hecho con su cuerpo—¡es suficiente!,
¡no causes más perdición! — Déjame hacer lo necesario, ahora yo tengo el
control—, replica el mana alli y sigue...—La verdad es que tampoco importa mucho
constatar ahora la exactitud de todas esas evocaciones porque desde este día, el mana alli ha causado pena a muchas
personas, pero hoy es el primer día, en cual tengo el control por un instante,
y por eso quiero terminar con esa tortura definitivamente. Sepan por estas
letras que no era mi culpa, y acuérdense de mí como el alli; no como el mana
alli. Esas son mis últimas...—No lo creo, hay más que tenemos que hacer— de
súbito interrumpe el mana alli, — no seas maricón, sé un hombre fuerte
conmigo—no le escuches a él, porque él quiere causar más sufrimiento— grita el
alli luchando —tenemos la última oportunidad de matar este monstruo dentro de
nosotros —Entonces, si decidiésemos hacerlo; podríamos escarpar de esta
tortuosa maldición hacia un firmamento desconocido; en el que sin brazos y sin piernas mi cuerpo
parecerá un cohete y vosotros seréis las estrellas—Pero vas a terminar con toda tu vida
también, imagínate—, musita el mana alli, — ¿pero, que es mejor; seguir con
esta vida de un monstruo o tener paz para siempre?—, repone el alli —¿Qué, que?—
gritan ambos y así permanezco de pie, con mi cuchillo y no sé qué hacer, no sé.
Ganadores del concurso del cuento
Primer lugar: Regina Melo
EL
PAYASO, LA LINTERNA Y EL VOLCÁN
Vago Viloro nació en Pernambuco, Brasil, cuando
era niño sabía las historias de Don Quijote por las caricaturas, que siempre
traían una parodia. Vago Viloro se divertía demasiado, estaba encantado! Desde
entonces, siempre soñaba con viajar con Don Quijote, en verdad es que tampoco importa mucho constatar ahora
la exactitud de todas esas evocaciones. Lo que importa
en realidad es contarles el gran sueño de Vago
Viloro: conocer y andar por las catedrales de Quito!
Viloro antes de ser payaso, era un científico y
actor. En la vida del actor conoció y se enamoró de la poesía dramática de
Angélica Liddell. Dicen que desde hace algún tiempo que él, así como la
poeta creyó que el mundo es "colorido por fuera y podrido por dentro" y necesitaba con urgencia
un nuevo mundo, o tal vez, un conocido caballero errante, que quisiera hacer
realidad un mundo de ensueño donde la justicia, la paz y el amor fueran la
fantasía de que moviera a todo en absoluto.
Algunos dicen que él siempre prefería caminar en
la dirección opuesta: la calle, la moda, las costumbres, la historia. Le
gustaba vestirse de rosa y blanco y una flor en la solapa, y siempre con una
linterna en la mano, ya que uno nunca sabe cuándo va a encontrar a una persona
oscura. Para él, la linterna era su espada. La “espada linterna” nunca era
utilizada en contra de nada, sino a favor de: la honestidad, la alegría, la
autenticidad, la creatividad, y sobre todo de la irreverencia. Le gustaba decir
que la linterna era para ver el mundo en vivo y a color, era mágica, porque a
partir de sus luces era posible tener otra mirada del mundo. “Libertad, libertad, lanza sus pétalos, rayos
y cenizas sobre nosotros!” Esa era su insignia.
Misterios de la vida, el azar, la suerte o lo que
sea, una amiga de “Vago Viloro” fue a vivir en Quito. Ella estaba encantada con
los payasos y de niña soñaba con un payaso que le enseñara a escupir fuego a
los pies de un volcán, que para ella era
lo más extravagante, desafiante e irreverente del mundo. Los dos trabajaron
juntos por algún tiempo atrás, e hicieron una promesa casi bíblica: “antes de que el mundo se termine, seremos libres”.
Pasó el tiempo, y un día Vago Viloro fue a
visitar a su amiga. Fue a realizar su sueño: finalmente conoció Quito. En la
escuela le dijeron que el Centro Histórico de Quito había invaluables iglesias,
capillas, monasterios conventos coloniales, plazas, museos, construcciones
republicanas y una interesante arquitectura de inicios del Siglo XX. Al llegar
a Quito, Viloro le pidió a su amiga que lo llevara a la Iglesia de San
Francisco. Seguramente creía que iba a encontrar
a Cantuña y cuando ló encontrara encenderìa su linterna para que
nunca más necesitara hacer un pacto con el diablo.
Según la
leyenda dice que “en tiempos de la Colonia, un indio llamado Cantuña se comprometió a
construir el atrio de la iglesia de San Francisco. Una noche, antes del plazo
estipulado, Cantuña desesperado pactó con el diablo para que culminase la obra
antes del amanecer. Como pago le daría su alma. Miles de diablillos trabajaron
sin descanso, pero no alcanzaron a colocar la última piedra. Así se salvó el alma de Cantuña.”1
Firme en su propósito llegó con su linterna en la
mano, “Vago Viloro” entró en la Iglesia de San Francisco buscándolo, llamándolo y gritándole. Se sentía como un
caballero andante que luchaba contra los gigantes y dragones, hasta que se dio
cuenta de que el pobre diablo fue víctima del astuto de Cantuña. Cuando apareció el iluso diablito le dijo:
Señor Vago Viloro, no soy malo como usted piensa. En realidad, yo envidiaba a Cantuña
por tener el pelo ondulado, ya que fue elegido por el santo y lo llevó a
conocer todas las cosas del mundo y siempre pensaba “en el caso de que me hubieran llevado
a mí, yo tendría el pelo ondulado”.
El payaso andante al no encontrar ninguna evidencia,
ningún rastro de gigantes y dragones decidió buscar a su amiga y llevarla para
realizar el sueño de ella y partieron los dos para el punto más alto de la
Cordillera de los Andes: el volcán Chimborazo.
Vago Viloro le dijo a su amiga que Chimborazo es
la montaña más alta del mundo, más cerca del cielo o del sol. Se fueron armados
con la linterna, el alcóhol, el fósforo, bicicletas en lugar de caballos.
Subieron, exploraron las faldas del volcán,
comieron hielo, rieron y escupieron fuego. Inocente como un juego de niños,
corriendo, uno con la linterna y el otro escupiendo fuego TOWANDA*! Subieron a lo más alto de
la cumbre, porque creyeron que la linterna y el fuego escupido derretirían el hielo y no sentirían frío.
Se acostaron cansados. Sentían que el frio
intenso les hacía perder el movimiento
de las piernas, de los brazos, ya no
podían moverse. El payaso encendió su linterna iluminando el cielo y habló con
su amiga “sin brazos y sin piernas mi
cuerpo parecerá un cohete y vosotros seréis las estrelas”. Nada más irreverente para ellos que ese momento.
Se sintieron libres y felices. La esencia sagrada de cada uno estaba allí,
presente, viva, se dieron las manos y se hundieron en sí mismos, en el
infinito, en el cielo, en el fuego, en la
luz, en la vida, en el cosmos!
Al payaso desafiante le habría encantado subir a
la Torre Eiffel, dar un beso a la Monalisa, jugar con el soldadito de plomo,
subir a la pirámide del Louvre, montar a los caballos de la Reina, bañarse en
el lago, orinar en los árboles del Voldenparkem Amsterdam y a Cantuña ayudarlo
a deshacerse del diablo... pero se encontró en la cabeza del hielo, el volcán Chimborazo, señor de los señores.
1. Este
contenido ha sido publicado originalmente por Diario
EL COMERCIO en la
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*Towanda era el grito de guerra de la
actriz Cathy Bates en la película "Tomates verdes fritos". En la
película gritar "towanda" era su forma de enfrentar la adversidad y
seguir adelante, devolviendo cada golpe de la vida.
martes, 25 de junio de 2013
El Día del Español
viernes, 7 de junio de 2013
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